¿TE ATREVERÁS?

Se le ha podido ver antes de comenzar el pasaje, es el guardián de las múltiples criaturas terroríficas que se encuentran una vez traspasada la entrada, siempre y cuando seas capaz de adentrarte en el recorrido, cuando antes de empezar ya te has encontrado con dicho individuo, siendo él, además, el que te tiene que dejar paso.

Desconocemos cuál puede ser su reacción ante tu presencia e intención de pasar junto a los extraños que puedes encontrar allí, pero lo que sí se sabe es que acostumbra a ir sujeto a un bastón que culmina en una cabeza de procedencia desconocida, diferente a la suya, que, tras su capucha, se puede ver que esta totalmente desgarrada y ensangrentada, incluida la boca, por donde es capaz de expulsar sangre, enganchado a varias cadenas y empuñando una antorcha, es hora de que tú mismo lo compruebes y descubras el resto, atrévete a entrar.

Protesta ante la acción de ASAJA

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), como protesta a los daños que vienen causando desde hace más de dos años los conejos de campo en las explotaciones agrícolas de la provincia, han decidido trasladarnos su problemática a nosotros, como si fuésemos culpables los vecinos del parque de las tres culturas, los atletas que entrenan y corren por el lugar, los turistas que lo visitan y los toledanos en general, y para llevar a cabo dicha acción, han soltado en el parque varias especies de este tipo de conejos, lo que supone una protesta que mas allá de la supuesta originalidad del asunto es perjudicial e incoherente, por no decir que “no viene a cuento”, ya que si este animal no es lo mejor para una explotación agrícola, menos aún lo será para un parque público y de interés turístico y deportivo.
La Asociación de vecinos “La Verdad” y el Club Juvenil ”San Antón” manifestamos nuestra protesta ante semejante despropósito puesto que es algo totalmente en contra de la salud de nuestro parque e incluso de las personas y, en concreto, de nuestros vecinos.
Tal vez ASAJA haya querido aplicar la ley del talión (ojo por ojo, diente por diente), pero ni siquiera esta forma de manifestarse podría responder a dicha ley, puesto que no hemos sido nosotros los que les hemos puesto allí a esos conejos como para que nos los traigan ellos aquí, por tanto, quedaría mejor enmarcada dentro de la “mala leche”. Alejándonos de este término, queremos que se solucione el nuevo y provocado problema del parque de las tres culturas y, como no, esperamos también que acabe el inconveniente de los conejos de campo en las explotaciones agrícolas.